| OCT 182018 El pediatra, psiquiatra y psicoanalista inglés Donald Woods Winnicott en su obra "educación sexual en las escuelas" refirió que los niños necesitan 3 cosas al mismo tiempo en sentido de comprender sus necesidades básicas del tema: 1.-Necesitan estar rodeados de personas en las que pueden confiar por el sólo hecho de que son seres humanos dignos de confianza, con una capacidad corriente para la amistad humana. 2.-Necesitan instrucción en biología junto con otros temas escolares; se entiende que biología significa la verdad (tal como se la conoce hasta estos momentos) sobre la vida, el crecimiento, la propagación y la relación de los organismos vivos con el ambiente. 3.-Necesitan un ambiente emocional estable en el que ellos mismos puedan descubrir, a su propia manera, las irrupciones del sexo en el yo, y la forma en que ello altera, enriquece, complica e inicia las relaciones humanas (sic) Respecto al conocimiento propio de la sexualidad tenemos diferentes tabúes que tienden a detener el desarrollo sexual, por ejemplo; hay quienes condenan el hecho de que un niño (a) se toque sus genitales, inmediatamente lo etiquetan como un niño que no está del todo bien mentalmente hablando o que es promiscuo, definitivamente cada caso debe ser objeto de análisis pero no debemos dar continuidad a todos los estereotipos, creencias morales o trivialidades para no caer en la generalidad del colectivo social y fomentar las conductas negativas del tema cuando debe ser algo para hablarse sanamente sin prejuicio alguno. Winnicott refiere algo que estoy completamente de acuerdo al señalar que el problema con las explicaciones respecto a las clases de sexualidad consiste en que introducen algo difícil e íntimo en la vida de los niños en momentos elegidos por la fatalidad, antes que por la acumulación de una necesidad en el niño. Aquí claramente es importante que antes de pretender dar una explicación acorde a la edad debemos asegurarnos cuál es la necesidad real del niño para que no se convierta en la necesidad del adulto y esto genere problemas al momento de explicarles. En este sentido tenemos por ejemplo lo que menciona Winnicott de la masturbación como un subproducto sexual de enorme importancia para todos los niños. Ninguna charla sobre la masturbación puede agotar el tema, que además es tan personal e individual que sólo la conversación privada con un amigo o un confidente encierra algún valor. De nada vale decir a un grupo de niños que masturbarse no es nocivo, porque quizás para uno de los niños en el grupo sea nocivo, compulsivo y fuente de muchos problemas, e incluso, un signo de enfermedad psiquiátrica. Para los otros puede ser inocuo e incluso no crear problema alguno, y entonces se convierte en una cuestión conflictual por el hecho de que se haga referencia a ella, y se sugiera que podría ser nociva (sic) La niñez y la adolescencia son etapas fundamentales para el desarrollo mental y educar a un adolescente en temas sexuales puede tener diversas vertientes y formas de abordarse ya que en su naturaleza el adolescente vive en un impulso por conocer todo, va a depender también de la educación sexual que se les brindó en la infancia, la adolescencia es una etapa de carencias, de adolecer y a su vez de padecer lo que no se tiene y se desea tener que se encuentra siempre en el otro o en los demás, por eso los adolescentes regularmente imitan conductas por pertenecer al grupo social de moda y es aquí donde generan la conducta que puede poner en riesgo su integridad. Ante tal manifiesto Donald Winnicott en su obra "educación sexual en las escuelas" menciona que existe una dificultad evidente para quienes tienen adolescentes a su cuidado hablar de educación sexual y con mayor razón para los niños hay dificultad. Un ambiente maduro, no ansioso y no moralista, contribuye tanto a este proceso que casi puede considerárselo necesario. También los padres y los maestros deben ser capaces de soportar el sorprendente antagonismo que los adolescentes pueden manifestar hacia los adultos, en particular hacia quienes desean ayudarlos en este período crítico del crecimiento (sic) Sigmund Freud en su frase "infancia es destino" hablaba de que la vida adulta va a depender siempre de la vida que se vivió en la infancia y en relación a la educación sexual debemos también tener en cuenta nuestra propia educación sexual y como papás podamos apoyar a los hijos de manera adecuada, es muy importante que el desarrollo infantil se dé sanamente para fortalecer las bases psicoafectivas que permitan tener una vida adulta completamente saludable. Recordar siempre como Winnicott lo comentó que para los niños de menor edad, la respuesta es la biología, la presentación objetiva de la naturaleza, sin expurgaciones. En síntesis, debe proporcionarse a los niños la información amplia y franca sobre cuestiones sexuales, pero no como una cosa sino como parte de la relación del niño con la gente que conoce y en la que confía. La educación no sustituye la exploración y la comprensión individuales. Las verdaderas inhibiciones son resistentes a la educación, y en el caso típico para el que no se puede contar con una psicoterapia, la mejor manera de manejar esas inhibiciones radica en la comprensión de un buen amigo (sic) Así mismo debemos darnos el tiempo para poder hablar con los adolescentes aspectos que impliquen dudas e inquietudes de sexualidad, tener presente que este tipo de temáticas no debemos abordarlas como si fuéramos sus amigos sino como papás, maestros, tutores etc. y recordar que nosotros ya fuimos adolescentes y ellos están en proceso. |