José Ma. Morelos en el Ario de 1815.

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MAR
02
2015
Juan Ávila Osornio. Morelia, Mich. Esta semana es el Bicentenario de la Instalación del Primer Tribunal de Justicia de la Nación en Santiago Ario, hoy Ario de Rosales, vale decir el primero en América; acto que llevó a completar el formato de república que ideo y lucho hasta constituir los tres poderes concebidos, el ilustre vallisoletano José Ma. Cleto Morelos y Pavón, sin duda que es acontecimiento histórico que hace recordar al personaje central de esta etapa de la vida de México, al decir de algunos historiadores y juriconsultos "el más puro de nuestros héroes".

Y si Ario fue escogido, y no Uruapan o Huetamo, es porque en ese tiempo, este pueblo cubría las características para lograr proteger una acción de la magnitud de la creación-instalación de la función jurisdiccional del Supremo Tribunal de Justicia, que a pesar de que funcionó poco tiempo, por el acoso de los realistas, que incluso, al ver frustrado su golpe de vencer a los insurgentes, el pueblo de Ario fue incendiado por indicaciones de Calleja, martirizando a jóvenes que encontraron a su paso, para colgarlos y después quemarlos en lo que hoy es la plazuela Hidalgo o plazuela de los mártires.

El Ario de 1815, era un pueblo pequeño, paso obligado de los comerciantes rumbo a la tierra caliente, rodeado de bosques de pino, encino, fresnos, oyameles, dos ríos y tres vigilantes naturales, los cerros: La Barra, el del Castillo y el de San Miguel, que fueron los fuertes protectores para vigilar alguna sorpresa militar, por eso Ario fue testigo y tuvo presencia en la guerra de independencia, y tierra firme para edificar una de las funciones más importantes del Estado: la administración de la justicia.

Este pueblo de Ario, hoy de Rosales, (en honor al Mariscal Víctor Rosales, también adalid de la independencia), es ya reconocido como la cuna del Supremo Tribunal de Justicia de la América Mexicana, donde el Siervo de la Nación culminó su anhelo de salvar a los humildes de la esclavitud, la explotación y de la injusticia.

Para los juristas, es un pueblo que tiene la esencia de la cultura de la responsabilidad y del cuidado de impulsar la libertad y la justicia, pues sólo con ello se podría alcanzar la construcción de una nación libre e independiente; soberana y justa; por eso plasmó aquí la más sublime aspiración de que la naciente república conservara el valor más preciado de toda nación libertaria: la justicia.

Y si desde 1976, cada año se reúnen destacados juristas, políticos y funcionarios de primer nivel del Estado de Michoacán y del gobierno federal, es para mantener viva la llama de la responsabilidad de juzgar con equidad, manteniendo la pureza y el firme propósito de cumplir, sin ventaja alguna, la aplicación del derecho y por ende el reconocimiento de lo humano, y con ello, romper con el modelo de control del cuerpo y la mente a través del trabajo esclavista, explotando la ignorancia y recrudeciendo el miedo a la libertad.

Hablar de Ario de 1815 es referirse a la historia, que culmina con un ideario; pero que da inicio a un monumento de la justicia, para que no olvidemos el pensamiento de Morelos, que se cristaliza en esta fuente inspiradora que señala "todo el que se queje con justicia, tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo defienda contra el arbitrario".
Esperemos que este 7 marzo del presente año, se reafirme el pensamiento de Morelos, cuando se cumplen 200 años de espera para saciar la sed de justicia que padece el pueblo de México, porque no puede haber libertad, sin la base de la justicia; porque sin el reconocimiento de los derechos de los demás y los nuestros, el valor supremo de la convivencia humana, sencillamente no existe.
Ojalá pronto tengamos la oportunidad de conocer nuevos estudios e investigaciones que se sumen a esta obra sobre el pensamiento de Don José María Morelos y Pavón: el Siervo de la Nación, quien por siempre vivirá en la memoria y en los corazones de todos los mexicanos.
Esperemos también que en este bicentenario, al pueblo de Ario se le reconozca, por parte del gobierno federal, como un pueblo que acrisola la justicia, y como emblema tuviera el espacio de esperanza que los jóvenes anhelan, un Campus Universitario para ver cumplir el derecho a la educación superior, y sobre todo para complementar, que en esta cuna de la justicia, hay un pedazo de Dios entero, como lo hace sentir el Lic José Fabián Ruiz en su libro alusivo: Morelos y Supremo Tribunal de Ario, que se presentará en esa población en el Museo Casa de la Cultura Jurídica, este miércoles 4 de marzo a las 12 hrs.



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