La pregunta es una duda existencial que aún no tiene respuesta: ¿Cuál es la receta para frenar a Lionel Messi? Con 35 años, en una edad en la que cualquier jugador estaría atravesando ya sus horas más bajas y coqueteando con el retiro, la Pulga está rubricando la Copa Mundial de su vida . Sus goles, sus asistencias y sus estadísticas no terminan de dimensionar el impacto determinante que está teniendo en la travesía argentina en Catar.
El nivel del 10 apuntala la ilusión albiceleste: en un certamen sumamente intenso y parejo, su insondable talento, su experiencia, su liderazgo y su inteligencia representan una fórmula diferencial para la Argentina. Sobre su genialidad se construye un candidato.
Zlatko Dali? será el enésimo entrenador, el sexto en Doha, que intentará domar al astro albiceleste. Sus antecedentes lo invitan a la confianza en un enfrentamiento de roles invertidos al que Messi protagonizó en los cuartos de final ante Louis Van Gaal.
Pero Dali? tiene la historia a su favor: en Rusia 2018 consiguió frustrar y reducir a su mínima expresión a uno de los mejores jugadores de todos los tiempos en uno de los capítulos más dolorosos de su historia, de la historia argentina.
Tras una década como director técnico en clubes de Croacia, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, Dali? aterrizó en octubre de 2017 en la conducción técnica tras el despido por malos resultados de Ante ?a?i?. En menos de un año logró el objetivo de clasificar a Rusia y sorprendió con la construcción de un finalista que sucumbió apenas en la final ante la poderosa Francia campeona.
Su memorable e inesperada campaña se fundamentó sobre las consecuencias de su goleada ante la formación de Jorge Sampaoli: " La clave fue ser disciplinados y seguir nuestro plan táctico , y los jugadores lo hicieron. Intentamos evitar que el balón le llegue a Messi y lo paramos rápidamente en las zonas donde le gusta recibir el balón.
A pesar de que Messi es un gran jugador, el mejor, el fútbol es un deporte de equipo , y si un equipo lo está haciendo mejor que el otro, es difícil que una individualidad lo cambie todo. Croacia fue mejor equipo que Argentina en ese partido ".
Mientras Van Gaal apostó por una persecución individual que no faltó con Nathan Aké como defensor designado, Dali? repetirá la propuesta que tuvo a Luka Modric , quien recibiría el Balón de Oro tras su gran actuación en territorio ruso, como factor desequilibrante : "Cortamos a Messi , le impedimos recibir el balón, es su jugador más peligroso".
Dali? ajustó su formación tras el debut en Rusia ante Nigeria, quitó un jugador de vocación ofensiva como Andrej Kramari? y fortaleció el mediocampo con Marcelo Brozovi? , quien le ganó la pulseada a Mateo Kovacic en la previa del encuentro: "Los sustentos fueron su movilidad y su control de la posición. Le dijimos que en el territorio defensivo se desplace a la media izquierda, por donde entra Messi, y forme un triángulo con Strini? y Peri?i? , creando una jaula para Leo. Hay que evitar que la pelota fluya, porque cuando la agarra, ¿quién lo resiste?".
La jaula parece, tal como escribió Dali? en el libro "La Rusia de nuestros sueños": "Tanto Brozovi? como Strini? y Peri?i? hicieron su trabajo a la perfección . Messi fue un pájaro enjaulado que en ningún momento cantó. Fue un ejemplo de manual de cómo desesperar a Messi y que muestre su impotencia. No estuvo ahí gracias a nosotros, a nuestro sistema de juego. Ivan Rakitic me dijo: 'Messi es un genio, pero cuando baja la cabeza, se acabó'. Y así fue: agachó la cabeza y admitió su derrota".
En la antesala de aquel trámite, Dali? había identificado la falencia colectiva de su rival: "Es más difícil jugar para Messi en Argentina que en Barcelona". Hoy en el PSG, el 10 encuentra socios permanentes en La Scaloneta. Aunque su as de espadas sigue el jugador siendo más determinante de su equipo -y uno de los más desequilibrantes de Catar-, la Albiceleste no está atravesada por una excesiva dependencia de su epicentro.