El Barça ha sumado un punto en Vallecas (1-1). Joan Garcia ha sido fundamental y monumental para hacer bueno el gol de Lamine Yamal desde los 11 metros. El portero de Sallent ha intervenido de forma estratosférica para evitar que se marcharan más unidades antes del parón de selecciones de este mes de septiembre.
Voracidad anotadora. Esta ha sido la actitud adoptada por Rayo Vallecano y FC Barcelona. Presentada primero por el equipo de Hansi Flick a través de las botas de Lamine Yamal y Raphinha. Unas ganas de gol de los barcelonistas, concentrados en encontrar los espacios a través de la posesión del balón, que han quedado diluidas por la energía madrileña.
Calmadas por una sensacional intervención de Joan Garcia. No había espacio para la relajación, ya que el Rayo ha demostrado ser capaz de poner energía sobre la portería de un exceso.
La mentalidad ofensiva de ambos conjuntos ha propiciado un acordeón de aproximaciones. A la velocidad de la luz, la peligrosidad ha alternado el área de Batalla y la de Joan Garcia. Protegido por la retaguardia culer, con Eric y Christensen como centrales y Kounde y Balde en los laterales, que ha funcionado como un auténtico candado.
Pedri ha intentado poner la pausa en un mediocampo también formado por Frenkie de Jong y Dani Olmo. Raphinha, Lamine Yamal y Ferran se han encargado de poner la electricidad en ataque.
Precisamente, la luz en el marcador la ha puesto el 10 culer. Lamine Yamal ha forzado un penalti en los instantes finales de la primera mitad para deshacer la igualdad. El mismo mago de Rocafonda se ha encargado de asumir la responsabilidad para celebrar la inauguración del contador de goles. Ha sido la segunda diana del delantero de La Masia en esta Liga 2025/26; la primera desde los 11 metros con el primer equipo del FC Barcelona.
Con la lata abierta, el extremo ha querido más y ha sido vital para construir una nueva ocasión clarísima. Dani Olmo no ha podido enfocar el 0-2, tampoco en la reanudación en una jugada colectiva de muchos quilates.
Sin duda, el Barça ha reaparecido con hambre. Eric Garcia ha vuelto a sacudir las estadísticas ofensivas. Ha habido intentos de sobresalto para el público y para los jugadores de Vallecas, que no se han arrugado y han puesto a prueba la concentración del portero de Sallent y del central de Allerød.
Casi insuperables para construir una actuación magistral en cada embestida y en cada ataque adversario. Porque la coralidad azulgrana se ha tenido que esforzar en cada rincón del verde. No ha sido un partido donde haya podido brillar la calidad barcelonista, sino el trabajo. Hundido con el empate del Rayo en la salida de un córner. Nada ha podido hacer el 1 ante el disparo de Fran Pérez a bocajarro.
El equipo de Hansi Flick ha quedado tocado con este empate a uno. Y si no hubiera sido por la brutalidad de intervenciones de un sublime Joan Garcia, la herida habría sido mayor. Quedaba suficiente tiempo para la reacción, pero los azulgranas han luchado para encontrar su juego y poner rumbo hacia la portería rayista.
Uniéndo corazón, el FC Barcelona ha querido rebelarse contra la intensidad del Rayo Vallecano, que no ha parecido tener ninguna rendija y ha encontrado más argumentos para testar los reflejos de un estelar 1 verde. De nuevo, vital. Esta vez para evitar la derrota en Vallecas. Estadio donde el Barça ha sumado un punto y se marcha al parón de selecciones.