El duelo de gigantes tuvo una primera parte dominada en cuanto a posesión por el equipo bávaro, pero sin grandes ocasiones para ninguno de los dos equipos.

Los de Nagelsmann controlaron muy bien a Neymar y Messi, mientras que el conjunto galo tuvo a un Sergio Ramos imperial que comandó a una zaga muy bien estructurada y que limitó al mínimo las opciones del Bayern.

En la segunda mitad apareció el acierto. Kingsley Coman volvió a vestirse de bestia negra ante su exequipo para rematar a la red un centro desde la izquierda de Davies. Donnarumma no estuvo acertado y el Bayern se puso por delante. Inmediatamente saltó al campo Mbappé, y el delantero francés no tardó en crear peligro.

Puso a prueba a Sommer con un remate que el suizo desbarató con el rostro y transmitió peligro en cada acción. El internacional galo contagió a sus compañeros y el equipo de Galtier apretó mucho en los últimos minutos. El Bayern supo sufrir y se llevó el triunfo incluso perdiendo a Pavard por expulsión ya en el tiempo de descuento.