Tras el cierre del break internacional de septiembre, Ole Gunnar Solskjaer paró a sus mejores hombres para hacer frente a un nuevo desafío por el campeonato local.
Con Harry Maguire y Raphaël Varane en el fondo, Paul Pogba en la mitad y Cristiano Ronaldo como único punta, los Red Devils salieron a la cancha con un único objetivo en mente: volver a sumar de a tres.
En la primera parte, los visitantes formaron una muralla de acero en el fondo, complicando el avance de Jadon Sancho y compañía, que tuvieron varios problemas a la hora de definir de cara al arco de Freddie Woodman.
No obstante, cuando solo restaban algunos segundos para el entretiempo, "El Comandante" aprovechó un rebote del arquero para abrir el marcador y hacer historia una vez más. Tenía que pasar, y pasó.
En la previa, todos hablaban de Ronaldo. Ahora, todos van a seguir hablando de Ronaldo, y está perfecto. Pero esta victoria no solo la logró él, sino todo Manchester United. Tres puntos y una goleada que pueden desencadenar algo todavía más lindo en el futuro.