AGO 062012 Presuntamente de manera accidental, un sujeto mató de un balazo en la nuca a su sobrino, cuando ambos estaban ebrios y jugaban con una pistola, misma que el hechor manifestó desconocía que estaba cargada. Este individuo fue capturado en una rápida acción realizada por elementos de la Policía Ministerial del Sector Nueva España, cuando trataba de evadir la acción de la justicia, después de falsear su declaración ante el agente Ministerio Público, a quien le dijo que a su pariente lo habían tiroteado en una tienda, sin saber quién había sido. Según las primeras investigaciones ministeriales, los hechos ocurrieron cerca de las 21:00 horas del pasado domingo, en el domicilio marcado con el número 49, de la calle Flor de Loto, de la colonia Santa María de Guido, de Morelia. Ahí, estaban Gerardo Venegas Romero, de 22 años, su sobrino Rubén Venegas, de 28 años, y otros dos individuos, quienes llevaban varias horas tomando tequila. Repentinamente, Gerardo sacó de entre sus ropas una pistola calibre .45 milímetros y se la mostró a Rubén, instante en que supuestamente comenzaron a bromear y el ahora indiciado terminó por apuntarle en la cabeza al hoy finado y le disparó. Al ver a su sobrino malherido, Gerardo lo subió a su automóvil, un Ford, Topaz, color negro, con placas PJC2641 y lo trasladó hasta el Hospital de la Cruz Roja, donde los médicos no quisieron atenderlo debido a la falta de equipo, por lo cual decidió llevarlo al Hospital Civil, donde al llegar los doctores le dijeron que su pariente ya había dejado de existir. De esta forma, Gerardo comenzó a pensar cómo salir del problema y cuando llegó a entrevistarlo el representante social, le dijo que estaba tomando con su familiar y otros amigos, en la plaza de Santa María de Guido y otros lugares aledaños, hasta que subieron al Topaz para ir a comprar más alcohol y se dirigieron a una tienda, en la colonia Sara Mal Favón, donde indicó que Rubén se bajó del vehículo y en esos momentos escuchó tres balazos, sin darse cuenta quién los produjo, instante en que observó que su sobrino caía al suelo, por lo cual al verlo lesionado lo llevó a recibir atención médica. Con lo anterior, Venegas Romero pensaba que había librado su crimen, pero gracias al trabajo de investigación y a una orden del fiscal del fuero común, en la que solicitó la inspección del lugar de los hechos, se esclareció el caso y finalmente el presunto homicida terminó por confesar que él había asesinado de "manera accidental" a su sobrino, todo por "jugar con una pistola". También, se conoció que el sospechoso reside en la privada Juan Luis de Alarcón, número 80, de la colonia Santa María de Guido, y que el lugar donde sucedió todo es una casa propiedad de una de sus hermanas. |
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