AGO 102013 En los primeros días de agosto por primera ocasión llegó a esta región una exposición individual de Fernando Botero, Testimonios de la barbarie, que consta de 25 óleos, 36 dibujos y seis acuarelas, que se ha presentado ya en varios países. El domingo cuatro, el libro de visitas del museo registraba a más de 1100 personas. Los demás días las cifras fluctuaban entre los 400 y los 500 visitantes, según datos de Flora Galindo, del Departamento de Comunicación Educativa del museo. La museografía va muy acorde con las épocas de oscuridad que Botero retrata en esta obra, donde plasma hechos ocurridos durante los años de la violencia más dura en su país. En su estilo característico, con figuras de volumen grueso, se pueden ver personas amagadas, con los ojos vendados, desnudos, con la boca en un rictus de horror. Hay personas despedazadas, baleadas, vehículos que estallan, madres llorando con sus hijos sin vida en brazos, ataques con machete, desolación, fuego, muerte. El Museo Arocena cuenta con visitas guiadas y actividades diversas, como elaborar un retrato estilo Botero. En las visitas se habla de la obra de este artista universal, y se reflexiona sobre la violencia. Fue el pasado dos de agosto cuando esta muestra fue inaugurada por el gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, acompañado de Eduardo Olmos Castro, alcalde de Torreón, ciudad que en alguna ocasión fue nombrada como la quinta más violenta del mundo. Sofía García Camil, secretaria de Cultura de Coahuila, señaló que la exposición "es el testimonio de lo que la violencia puede producirle a una sociedad, y que de esta manera, como ciudadanos, no olvidemos el horror que esto significa, y que no se nos haga cotidiana la muerte, la violencia y la desesperanza". En su discurso, Moreira indicó que, poco a poco, los tiempos irán cambiando y que el Torreón violento que vivíamos va dejando de existir. Aunque en las calles se vea prácticamente lo mismo que en las pinturas de Botero. |