DIC 042020 Su llegada a la Secretaría de Igualdad Sustantiva y Desarrollo de las Mujeres Michoacanas (Seimujer) fue similar a la de otras mujeres que, como ella, han sufrido algún tipo de violencia. Temor, desconocimiento y tristeza son algunos de los sentimientos, combinados con valor para poner un alto a una vida de sufrimientos y desdichas. "El tiempo que he estado aquí, con la psicóloga, me hace sentir desahogada, puedo liberar la mente; son muchas cosas las que yo me guardo y todavía falta decir mucho, pero me siento mejor", dice "Violeta", al reconocer que a raíz del clima de violencia en casa se privó de ser social como era antes, llevándola incluso a ensimismarse para no hablar con nadie. En su historia están marcados los golpes de su padre hacia su madre, ella y sus hermanos. "Todo lo quería solucionar con golpes". El acabose ocurrió cuando en una de tantas discusiones entre sus padres decidió interceder, situación que casi le cuesta la vida: "me dio un golpe con un martillo, ahí fue cuando ella decidió dejarlo", agrega. Varias fueron las ocasiones en que "Violeta" se cuestionó: ¿por qué si me quiere me tiene que golpear y ofender? La misma pregunta se la hizo de su madre." No porque quieran a esa persona se vayan a dejar maltratar, celar hasta que te vayan a maltratar, primero hay que quererse uno mismo", reflexiona. Aun cuando ella y su familia no cuentan con un lugar fijo en donde vivir y hay incertidumbre al respecto, confía en encontrar algún trabajo para ayudar con los gastos diarios. "No se dejen encerrar en el miedo de no salir adelante, porque sí se puede". |