
DIC 252013 Una misma familia volvió a ponerse de luto al sufrir la pérdida de otro de sus miembros, el ingeniero Luis Manuel González Magaña, quien fungía como director de Seguridad Pública de Tarímbaro, mismo que pereció ultimado a balazos, al igual que su hermano Salvador "Chavita", asesinado también a tiros el lunes 11 de marzo del presente año, cuando ocupada el mismo cargo en dicha dependencia. La escena era una réplica del mismo dolor padecido con anterioridad, de los mismos rostros tristes, de los mismos ojos que lloraban inconsolables, de las mismas preguntas sin respuesta y de una herida que parecía ir sanando, pero que con esto otra vez se abrió de forma mortal. Duro golpe fue perder a "El Inge", como lo conocían de cariño sus elementos y sus amigos. Siempre fue calificado como una persona seria, respetable, amable y también responsable; características morales de la familia González. Ahora, la duda, el temor, la incertidumbre y el coraje, vuelven a llegar al núcleo de Los González, quienes en la Policía han perdido a quienes más aman en la vida, como si todo se tratara de una verdadera maldición. Fue despedido pues, Luis Manuel González, con aplausos, con honores y jamás será olvidado por quienes lo guardarán siempre en su corazón; un ciudadano más que muere víctima de la violencia que hay en la entidad, la cual a nadie conviene. En tanto, el cuerpo del subdirector de la misma Policía de Tarímbaro, Osvaldo Rendón Salcedo fue trasladado a Uruapan, donde sus seres queridos también le dieron el último adiós. En torno a este caso, el Presidente Municipal, Benjamín Páramo García no descartó consultar las cosas con su cabildo y a su vez solicitar a la Federación que el próximo titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal sea un militar, como ha pasado en otros municipios, donde oficiales del Ejército se encargan de estas áreas, a raíz de los continuos problemas de violencia. Como se recordará, la víspera de Navidad fueron hallados los cadáveres de Luis Manuel González y de Osvaldo Rendón, a espaldas de un centro botanero conocido como "Las Chalupas", ubicado en el poblado de Uruétaro, perteneciente a esta demarcación; funcionarios a los cuales se les apreciaban diversas heridas de proyectil de arma de fuego en distintas partes de su humanidad. |