MAR 302013 El testigo protegido de la PGR durante el Michoacanazo, Onofre Hernández Valdés, quien tenía el nombre clave de Emilio, mismo que por sus declaraciones sin fundamento ayudó a encarcelar en 2009 a 35 funcionarios michoacanos, entre alcaldes, primeros comandantes de la Policía Ministerial, oficiales municipales, agentes ministeriales, abogados, dos ex subprocuradores, un procurador de justicia, fiscales federales y un juez, fue asesinado de dos balazos dentro de su propia casa, en esta ciudad de Jiutepec, Morelos. Onofre Hernández era originario del rancho Las Mesas de Enandio, municipio de Zitácuaro, Michoacán y vivió también en la localidad de Ocampo, en el mismo estado. En 2008 fue reclutado por el grupo criminal La Familia Michoacana, donde trabajaba al servicio de Horacio Morales Baca, alías El Perro, jefe de plaza de dicho cártel en Tuzántla, quien cayó abatido por el Ejército Mexicano el 18 de febrero de 2012, en un enfrentamiento a tiros registrado en el poblado de Las Parotas, en dicha municipalidad. También era perseguido por el estado de Illinois (EU), donde cometió un sin número de delitos, el último de ellos, por tratar de secuestrar a dos niñas a la salida de una escuela. Después de un año, el juez que llevaba el caso del Michoacanazo comenzó a dejar libres a todos los ex funcionarios acusados de tener presuntos vínculos con la delincuencia organizada, esto debido a la fragilidad de las pruebas ofrecidas por la PGR, las cuales se desmoronaban poco a poco en su fallido programa de "testigos protegidos" que solo aportaba acusaciones vanas y sin ningún sustento. La dudosa credibilidad de los "testigos protegidos", que laboraban para la extinta Siedo, entre los cuales estaban también Luis Vázquez Sánchez, bajo el nombre de Paco y Cuauhtémoc Portillo Negrete, Ricardo, llevaron a que el caso fuera resuelto a favor de la inocencia de los 35 inculpados, muchos de los cuales regresaron a sus cargos como presidentes municipales o policías ministeriales. Onofre Hernández Valdés residía actualmente en la calle Rancho Grande, número 62, de la colonia José López Portillo, en Jiutepec, lugar donde fue asesinado por un desconocido que entró hasta una recámara de su vivienda, quien le dio dos balazos en la cabeza para después huir. El cadáver de Onofre fue encontrado por su esposa al filo de las 18:55 horas del pasado viernes, quien dio aviso de lo ocurrido a la Policía. |
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