ABR 172024 Además, se requiere mantener la humectación de los ojos mediante gotas recetadas por un oftalmólogo, aunado al parpadeo constante, ya que la resequedad ocular es generada por las altas temperaturas, pues con el calor se evapora el líquido lagrimal, hasta llegar incluso a ser un padecimiento incapacitante. En resumen, para disminuir la incidencia del problema se requiere el uso de lentes de sol y antireflejantes, así como el uso de gotas; de no hacerlo, la resequedad de los ojos genera ardor, dolor, sensación de basura y fatiga ocular; a largo plazo ocasionar el síndrome de ojo seco o un cuadro ocular severo que puede requerir tratamientos más invasivos y costosos, como la obstrucción de los puntos lagrimales con objeto de que la lágrima dure más tiempo en el ojo. En temporada de calor los aires acondicionados o ventiladores no favorecen la adecuada hidratación de los ojos y es importante complementar las medidas de higiene visual con lágrimas artificiales que previenen de cuadros severos que, además de molestias, son potencialmente incapacitantes y disminuyen la capacidad visual. El uso de dispositivos electrónicos tiende a reducir el número de parpadeos que el ser humano suele tener de forma normal y que es de entre 15 y 20 veces por minuto, por lo que es útil parpadear frecuentemente y disminuir el nivel de brillo de los celulares, tabletas y computadoras. |
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