NOV 132018 Invadida por una serie de emociones al salir por primera vez de su comunidad y subirse a un avión, su mayor temor era que entre ella y su hijo no se reconocieran, ya que se dejaron de ver cuando él apenas tenía 18 años de edad y ahora es un hombre de 58. "Primero nos comunicábamos por carta, pero ya cuando empezaron a haber teléfonos me hablaba, pero a mí me dolían mucho mis oídos y casi no le entendía, así que le dije que mejor no me hablara porque me daba temor contestarle una cosa que no", señala Juana a bordo de la aeronave donde viajó con otras 45 Palomas Mensajeras de que partieron de Erongarícuaro a Los Ángeles, California, a reencontrarse con sus hijas e hijos que no han visto en décadas. Igual que ellos, en las últimas horas, 59 personas adultas mayores del municipio de Salvador Escalante también viajaron a Los Ángeles para volver a ver a esos seres queridos que dejaron de ver por décadas. Entusiasmados al poder cristalizar su sueño anhelado, salieron de sus comunidades de origen para abordar un autobús primero y después el avión que los trasladó hasta donde sus hijas e hijos han conformado esas familias cuyos varios miembros solo conocían por teléfono. Música de mariachi, porras, cantos, risas, llanto, flores y regalos enmarcaron este reencuentro que se concretó gracias a la coordinación del Gobierno del Estado, a través de la Secretaría del Migrante con autoridades municipales y clubes de migrantes que radican en el extranjero. |