
DIC 262025 Durante los meses más fríos, en que el aire está seco, las vías respiratorias de los más pequeños se pueden irritar. Aunado a esto, los catarros y gripes como la influenza son más comunes y este sector de la población, por su propio sistema inmunológico inmaduro, está más expuesto a enfermarse. La lactancia materna exclusiva es la primera y más importante línea de defensa, ya que proporciona los anticuerpos necesarios para fortalecer el sistema inmunológico del bebé, protegiéndolo contra virus y bacterias comunes de la temporada. Se recomienda vestir al bebé con varias capas de ropa, no una sola gruesa, para regular su temperatura corporal y adaptarse a cambios ambientales sin sobrecalentar ni enfriar; además de mantener la habitación donde se encuentren a una temperatura cercana a los 20 °C. Es importante que la cuna del recién nacido tenga una sábana ajustada al colchón y una frazada fina para abrigarlo y asegurarse de que le cubra solo hasta las axilas, dejando los brazos fuera, para que no le tape la cabeza. Al dormir, se debe evitar el uso de peluches o almohadas que puedan obstruir su respiración. A partir de los seis meses de edad, ya pueden acudir a su centro de salud más cercano para que reciban su vacuna contra influenza, COVID-19 y neumococo. |