MAY 062025 Entre los síntomas más comunes se encuentra la dificultad para respirar, sibilancias (sonido agudo al respirar), opresión en el pecho, tos, especialmente por la noche o temprano por la mañana, que se deben identificar para buscar atención médica oportuna y lograr un diagnóstico y tratamiento adecuado, evitando complicaciones que puedan afectar la calidad de vida. Existen diversos factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar asma, entre los que se encuentran los antecedentes familiares, alergias respiratorias (rinitis alérgica, eccema), exposición temprana al humo de tabaco, infecciones respiratorias frecuentes durante la infancia y la obesidad. Evitar la exposición a polvo, ácaros, polen, pelo de animales, moho, humo de tabaco, contaminación del aire, productos químicos fuertes, perfumes intensos, son algunas medidas que se pueden adoptar para reducir la frecuencia e intensidad de los ataques de asma. También es importante mantener una higiene adecuada del hogar, seguir el tratamiento médico, vacunarse contra la influenza y la neumonía durante la temporada invernal, realizar actividad física bajo supervisión médica y un manejo adecuado del estrés y ansiedad, ya que las emociones fuertes pueden desencadenar ataques en algunas personas. |