| DIC 122013 ¿Cuántas veces querido lector te has enfrentado a situaciones donde no sabes si perdonar o no? En algún momento de nuestra vida pasamos por situaciones que nos lastiman porque se han traspasado límites en nuestra personalidad y nos genera un daño importante en nuestro ser, lo menos que podemos pensar es en perdonar a alguien o perdonar el suceso. Al igual que tú yo también me he enfrentado a estas situaciones que desgastan el bienestar humano, es casi imposible que exista alguien en este mundo que no se haya a enfrentado a estas situaciones, no se puede borrar por arte de magia lo que se nos lastimó ni tampoco se puede borrar de la memoria y olvidar todo como si nada hubiera pasado. La memoria fotográfica guarda en el inconsciente de manera natural aquellas situaciones que generaron un daño importante en nuestra historia de vida. Perdonar no es tampoco el ser una persona débil o con falta de carácter para la vida, perdonar no significa tener benevolencia con quien nos agredió ni tampoco verlo arrepentido de lo que nos hizo para decir "te perdono". Hablar del perdón es hablar de la calidad de vida y de la calidad de la existencia a la que me decido enfrentar en el acontecer diario, el perdón genera odio y el odio genera malestar en el organismo porque no se ha canalizado esa emoción de manera adecuada, no soy nadie para juzgar los actos de otra persona pero ante las situaciones de la vida en las que me he enfrentado al perdón puedo decirte que es un mero acto de voluntad y de amor propio en quitar el odio hacia el otro, hablar del perdón es tener la valentía de enfrentarse a esos "demonios internos" y decidirse transformarlos en aprendizajes que generen el bienestar humano. Para poder perdonar primero es necesario saber como brindarme amor a mi mismo, esto como un camino para el bienestar y poder vivir sin odio, no es necesario comprender ni ser empático hacia la otra persona como una mera condición para poder perdonar, si yo te obligara a que comprendas a quien te lastimó y que seas empático para que perdones puedo caer en el riesgo de no reconocerte como ser humano ni reconocer lo que vales, es como si te dijera; comprende a tu marido golpeador y las razones por las que lo hizo para que lo perdones y viceversa)por eso puntualizo que no es necesario comprender ni ser empático para perdonar. Cuando perdonas a alguien has renunciado al vínculo con esa persona o situación y entonces das pie a enfrentarte a construir tu bienestar sin odiar al otro porque te estarías odiando a ti mismo. |